Juana, la mujer de Maracena (Granada) que fue obligada por la judicatura española a entregar sus dos hijos de 3 y 11 años a su padre, escapó de su casa el pasado martes y se encuentra desde entonces en paradero desconocido junto a los dos menores para evitar que el padre, condenado a 3 meses de cárcel y un año de alejamiento de Juana por violencia de género en 2009, y denunciado de nuevo por malos tratos en 2016, se los lleve a Italia.