viernes, 10 de noviembre de 2017

Manifiesto conjunto. Manifestación 25N

¡Juntas contra las violencias machistas!

La violencia contra las mujeres es un problema estructural que tiene su origen en la situación de desigualdad en las relaciones entre hombres y mujeres en diferentes ámbitos, derivado de una estructura social, patriarcal y misógina en la que prima lo masculino y discrimina a todas las mujeres, desde el nacimiento hasta la vejez.

En lo que llevamos de año, 43 mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o ex-parejas, según cifras oficiales. Esta cifra se incrementa si añadimos el asesinato de los 6 hijos e hijas y las demás mujeres que no entran en el recuento por no estar en la definición oficial de “violencia de género”.  Cada 8 horas una mujer es violada. Las cifras oficiales hablan de más de 1.000 mujeres.
Cada asesinato, cada violación, es culpa tanto del asesino, del violador, como de quien sabiendo calló y permitió.

Por eso, este 25 de noviembre queremos volver a reivindicar, volver a gritar que nos están matando por el hecho de ser mujeres ante una sociedad que mira para otro lado, ante una representación política que no tiene en cuenta esta realidad.

No podemos seguir consintiendo esta atrocidad, necesitamos urgentemente el rechazo contundente y firme, sin justificaciones,  de todas las formas de violencia machista.

Siempre hacemos hincapié en la importancia de la educación, integrando transversalmente una enseñanza con perspectiva de género, inculcando valores de igualdad, respeto y tolerancia e incluyendo a las mujeres en la historia.

Pero la educación no se recibe solo en la escuela. La familia es el primer núcleo de convivencia, donde se ejercen y aprenden las relaciones de poder.

También juegan un papel importante la misoginia de las religiones; la cultura que promueve los estereotipos de género, por ejemplo, llenando los escaparates de las tiendas estos días de dos colores. Solo de dos: el azul y el rosa. El azul destinado a potenciar la creatividad y la violencia. Y el rosa para favorecer el conformismo y la sumisión.

Y los medios de comunicación empeñados en presentar los asesinatos machistas como muertes. Pero nosotras gritamos NO SON MUERTAS, SON ASESINADAS.

Sabemos que la trata de mujeres es un negocio floreciente, hay muchos hombres que demandan esclavas sexuales.

Determinados lobbies están presionando para cambiar la legislación española y facilitar aún más la mercantilización del cuerpo de las mujeres y la compraventa de niños y niñas.

¿Hasta cuándo tenemos que soportar todo esto? Las mujeres somos más de la mitad de la humanidad. Estamos en las calles, en las escuelas, en los hospitales...Y se nos invisibiliza cada día.

Los datos y evidencias que muestran todo el abanico de desigualdades sobre las que se asienta la violencia machista, forman parte del paisaje, no mueven a ningún tipo de compromiso de cambio.
Todas las personas estamos obligadas a dejar bien claro que el maltratador no tiene cabida en esta sociedad y que tenemos que arropar y visibilizar a todas las mujeres supervivientes de la violencia machista que han conseguido empoderarse y recuperar las riendas de su vida.

Exigimos un rechazo contundente y firme, sin justificaciones, de todas las formas de violencia contra las mujeres, tanto en el ámbito de las relaciones afectivas como a nivel social, mediante la mercantilización y cosificación del cuerpo de las mujeres, amparado en ideas capitalistas y liberales.
Todo lo que hemos conseguido hasta ahora lo hemos tenido que arrancar tras una larga lucha feminista.

Seguiremos alzando la voz bien alto y bien fuerte contra los asesinatos y las violencias derivadas del terrorismo machista. Porque nos queremos vivas, porque nos queremos libres, porque queremos una vida digna y sin miedo.

¡Ni una menos, vivas nos queremos!

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