Este 8 de marzo, día internacional de las mujeres trabajadoras, lo vivimos en un contexto marcado por una crisis sanitaria que ha sido gestionada poniendo en el centro los beneficios económicos y olvidándose de nuestras necesidades y nuestras vidas, lo cual ha repercutido en la clase trabajadora y especialmente en las mujeres con consecuencias devastadoras, como han sido la pérdida de derechos básicos y un aumento de la represión por parte de las empresas y del estado.