miércoles, 21 de abril de 2021

26 A – CONTRA LA HETERO-NORMA SUBVERSIÓN LESBOFEMINISTA

Las lesbianas llevamos siglos demostrando que existimos y resistimos frente a un sistema que nos oculta e intenta someternos a la norma heterosexual. Existimos individual y colectivamente, resistimos porque somos movimiento y batallamos juntas. 


Como movimiento hemos conseguido cambios de mentalidad visibles que reflejan el trabajo lesbofeminista que llevamos haciendo mucho tiempo atrás, vemos como hemos eliminado en gran parte el tabú y los prejuicios del deseo y las relaciones lésbicas, sobre todo entre las compañeras jóvenes. Hoy vemos un avance cuando analizamos las relaciones y observamos que, al contrario que hace unos pocos años, las conexiones entre mujeres son una opción factible en nuestros proyectos vitales. 


Aun así, sabemos que queda mucho trabajo por hacer, puesto que vivimos en un sistema que se beneficia de las relaciones heterosexuales cortadas por un mismo patrón. Sabemos que la precariedad de la vida, el ocio y las relaciones familiares que se nos inculcan desde que nacemos se sostienen únicamente con un modelo de pareja monógama y binaria (hombre-mujer), que cumple los roles de genero asignados y aspiran a construir la vida ideal de las películas de holliwood: Una familia “perfecta” donde la mujer carga con la doble explotación sin quejas, donde no cabe la diversidad y no existen los problemas económicos que nos genera el capitalismo-patriarcal. 


Creemos que el lesbianismo es de por si revolucionario, porque rompe directamente con el modelo de familia establecido, pero los feminismos nos han enseñado que la deconstrucción de todo lo aprendido es vital para generar una sociedad nueva donde todes tengamos cabida, por ello las lesbianas también nos enfrentamos al reto de construir relaciones fuera de los marcos que conocemos, derribando los mitos patriarcales del amor romántico y creando lazos completamente sanos para construir un amor que no solo no nos someta, sino que nos libere. 


Construir nuevas formas de amar y relacionarnos es una tarea colectiva, nos necesitamos en común para generar un movimiento que cada día se haga más fuerte, que inunde las calles de reivindicaciones lesbofeministas y que luche contra la lesbofobia en todas sus formas, porque hemos de enfrentarnos cada día al odio expresado sutilmente con miradas o comentarios en el espacio público, o de manera menos sutil en los contextos familiares con mentalidad judeo-cristiana, o más explícitamente con agresiones directas por nuestra orientación sexual. Sin olvidarnos de la lesbofobia sistémica, que se niega a reconocernos y cuando lo hace es desde la hipersexualización lésbica y la infantilización.  


Frente a esto, apostamos por una lucha organizada lesbofeminista y transinclusiva, denunciamos la utilización y apropiación del movimiento lésbico que están haciendo algunos sectores de mujeres cis, para atacar a nuestres compañeres trans y seguiremos trabajando para construir espacios libres de violencia donde quepamos todes. 

 


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