miércoles, 28 de junio de 2017

28 de junio: SIN FEMINISMO NO HAY ORGULLO

El 28 de junio es la fecha en la que se conmemora la revuelta de Stonewall (Nueva York) de 1968 que marcan el inicio del movimiento de liberación homosexual. Un día de lucha y reivindicación que surgió de la rabia contra la violencia policial y el chantaje social.


Aunque parece que la situación ha cambiado (en Estado español se aprobó de forma pionera el matrimonio civil entre personas del mismo sexo), no hay que olvidar que los delitos de odio contra las personas LGTBIQ+ no solo no han cesado sino que han aumentado considerablemente en los últimos años, un ejemplo de ello se vio en la pasada manifestación del Orgullo en Madrid, donde un grupo neonazi agredió físicamente a las manifestantes, en las declaraciones homófobas hechas por personajes públicos, o en el autobús tránsfobo de la organización ultra católica HazteOir.

Mientras tanto, en Europa, los partidos de extrema derecha han aumentado su presencia pública y política, teniendo como bandera su odio hacia la diversidad sexual y racial.

Tampoco hay que olvidar que la conmemoración del 28 de junio es de especial importancia para denunciar el odio y el acoso que el colectivo LGTBIQ+ sufre en muchos países del mundo. Todavía existen países donde la diversidad sexual no está contemplada ni social ni políticamente, lo que desemboca en agresiones diarias, condenas y castigos institucionales hacia quienes se atreven a mostrar su sexualidad. Aún queda mucho trabajo por hacer.

Vivimos en una sociedad heteropatriarcal y machista que todavía invisibiliza la sexualidad femenina y por lo tanto invisibiliza a las lesbianas. Una realidad que se hace más evidente en ciudades y pueblos pequeños donde la realidad legal de mínimos no va acorde con la realidad social en la que existen todavía muchísimas barreras que superar. Por ejemplo, en el ámbito educativo y en la sanidad pública.

De ahí la importancia de que el 28 de junio no solo sea una manifestación colorista y vacía de contenido político llenando las calles de Madrid sino que debe servir como espacio de reivindicación, de lucha, de resistencia y de denuncia frente a una sociedad que se resigna en cambiar de modelo y justifica basándose en “valores” y “tradición” un único modelo de familia y de vida. 

Si de algo tenemos que estar orgullosos y orgullosas este día es de nuestra historia, de nuestra fortaleza frente a la discriminación y el rechazo. Solo lo conseguiremos mediante la lucha y la visibilidad constante de diferentes sexualidades.

Seguimos en la lucha por la visualización de todas las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y luchando contra la heteronormatividad y este sistema patriarcal. Desde la Asamblea Feminista de Burgos apostamos por un movimiento feminista amplio donde el colectivo LGTBIQ sea el protagonista de su propia lucha pero esté incluido en el movimiento.
  
¡Contra el heteropatriarcado ni un paso atrás! 


¡VISIBILIDAD Y LUCHA!

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